lunes, 1 de noviembre de 2010

“AQUELLOS TIEMPOS”

“AQUELLOS TIEMPOS”.- 29 de octubre del 2010.
Por: Mario Rodríguez Estrada.- Mario RE.-
“EL MEJOR AMIGO DE LA VERDAD ES EL TIEMPO; SU MAS GRANDE ENEMIGO EL PREJUICIO, Y SU CONSTANTE COMPAÑERO LA HUMILDAD”.- Colton.-


Es difícil encontrar algún libro que hable objetiva e imparcialmente sobre el “milagro” Guadalupano, nueve de cada diez inclinan a quien les lee, a que acepten, mediante los ojos de la fe, como cierto e inobjetable, so pena de verle como un mal mexicano y aún, declararle, traidor a la patria…Muchos sabios queriendo descubrir la verdad han estudiado paso a paso, la trayectoria de tal creencia, publicando, a veces, (Don José Joaquín García Icazbalceta…1883), dudando de la veracidad de la historia….y otros declarando desde el mismo púlpito, que cualquiera que creyese en tal cosa, debería ser castigado con cien azotes(Fray Francisco de Bustamante…1556)…o peor aún que personas como Don Eduardo Sánchez Camacho, Obispo de Tamaulipas, fuese perseguido y humillado por dudar de las apariciones…o como uno de los últimos Abads de la mismísima Basílica de Guadalupe, Monseñor Shulemburg …que al declarar tener serias objeciones del hecho, fue degradado y hasta corrido de la curia mexicana.


El hecho es que en una de mis excursiones cinegéticas por las librerías Queretanas, me encontré una verdadera perla, en las páginas de un libro, cuyo Título es: “Las claves ocultas de la Virgen de Guadalupe”…Autor: Luis Lesur.-Editor: Random House Mondadori, S.A. de C.V.. Edición 2006.-“ El propósito de este ensayo-dice el autor-es explorar los signos celestes que de acuerdo con la perspectiva de la astrología occidental, estuvieron presentes, en el cielo del Tepeyac, en diciembre de 1531”.-“Estoy consciente-sigue diciendo el autor-de la importancia de la figura de la Virgen de Guadalupe, tanto en la historia religiosa de nuestro país, como en la heráldica, la antropología, el arte y la cultura popular, áreas en las que en tiempos recientes han empezado a aparecer estudios de gran interés.- No tengo el menor interés en defender a la astrología frente a la indignada mojigatería histérica y fundamentalista de quienes protegen a la ciencia frente a los embates de la superstición”


“Con base en estudios serios más recientes, principalmente los del historiador Rodrigo Martínez, y descartando la intervención sobrenatural, haré a continuación una breve reconstrucción de lo que los especialistas consideran que podría ser el origen más probable del culto guadalupano…Después de la conquista, Cortés regresó a España acompañado de un puñado de sus hombres, entre ellos su amigo cercano, y como él extremeño, Gonzalo de Sandoval, quien poco después enfermó y murió. Como Sandoval era muy devoto de la Virgen de Guadalupe (Hispana), en señal de luto, Cortés visitó la ermita dedicada a ella en Extremadura y cuidada por frailes jerónimos. Cortés pasó ahí algunos días recluido meditando”.


“Ya de vuelta en México, Hernán Cortés mandó construir en 1531 una ermita a la Virgen de Guadalupe en memoria de su camarada muerto. El lugar que eligió fue el cerro del Tepeyac, al pié del cual estaba la base de operaciones de Sandoval y sus hombres durante el largo sitio a Tenochtitlán. El sitio de entonces no era un lugar neutro en cuanto a cuestiones religiosas, ya que en él los mexicanos rendían culto a Cihuacóatl, la mujer serpiente, principalmente bajo su advocación de Tonantzin, nuestra madre tierra…La ermita a la virgen extremeña alcanzó bastante popularidad entre los indios; sin embargo las autoridades católicas estaban bastante preocupadas porque el culto en el Tepeyac tenía características francamente idolátricas…recién llegado el arzobispo Montúfar, en 1554, retiró la administración de la ermita a los franciscanos, que preferían no intervenir en algo que reconocían como paganismo. Pasando el control al clero secular. Para contrarrestar el culto a ídolos, con el que no querían tener que ver los franciscanos, Montúfar encargó al reconocido pintor nahua Marcos Cípac de Aquino, de la Escuela de fray Pedro de Gante, una imagen de la Virgen María Inmaculada para ser colocada en el lugar. Esta es la misma que conocemos, aunque entonces sin rayos ni corona.”


“La ermita conservó el nombre de Guadalupe, pero se prefirió deliberadamente no usar como modelo a la más conocida figura española de madera, pues de otra manera las limosnas recogidas en el Tepeyac tendrían que ser enviadas a los jerónimos en la casa matriz en Extremadura.”…”La pintura fue colocada en la ermita a comienzos de diciembre de 1556, mientras miles de trabajadores indios comenzaban en los alrededores las reparaciones a los diques de la ciudad, ordenadas por el virrey don Luis de Velasco. Aprovechando esa multitud de testigos se organizó una aparición ceremonial y teatral con el acostumbrado drama y los efectos especiales de las grandes obras religiosas de la época: Parece ser que fue para esta ocasión que el sabio nahua Antonio Valeriano (1524?-1605) escribió el primer relato de las apariciones: El texto se conoce por sus primeras palabras en lengua indígena: Nican mopohua (“aquí se cuenta”). La existencia de este relato se explicaría entonces como un encargo del propio Montúfar para el guión de un auto sacramental que se representaría justamente entre el 9 y el 12 de diciembre de ese 1556.”


“Valeriano situó la historia veinticinco años antes, para asociarla a la fundación de la ermita por Cortés…durante el resto del siglo XVI y la primera mitad del XVII el culto a la virgen del Tepeyac fue prácticamente olvidado por criollos y españoles. Incluso muchos religiosos, particularmente los franciscanos, continuaron con su condena, pues con imagen y todo seguían considerándolo idolátrico.-Fue hasta 1648, con la publicación del libro “Imagen de la Virgen María Madre de Dios de Guadalupe”, del Bachiller Miguel Sánchez, que narró por primera vez en español la historia de las apariciones. Al año siguiente Lasso de la Vega, publicó el Nican mopohua, que a decir de muchos expertos originalmente es de la pluma de Valeriano. Sin embargo el especialista en asuntos guadalupanos, Stafford Pool asegura que un estudio cuidadoso del náhuatl en que fue escrito sugiere que no fue Valeriano, sino el propio Lasso de la Vega, el autor: Esto situaría el origen del mito casi cien años después de la colocación de la imagen…”
Y dice nuestro autor invitado muchas más cosas..pero esta ya es otra historia…les saluda su guadalupano y extremeño amigo…Mario RE.

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